viernes, 20 de mayo de 2011

Transparencia, cinismo, inconsciencia

Lo que dijo Jorge Trelles, nosotros hemos matado menos, es un acto fallido. Estos son los actos que nos revelan más la verdadera intención de la persona, que en este caso refleja un pensamiento muy común, no solo entre los fujimoristas.
Lamentablemente la realidad de lo que piensan muchos está cercana a ello. Por eso no les afecta que el cargo de asesinato sea el que condena a su líder admirado. El asesinato, de un niño, está justificado porque capturaron a Abimael. Y así sus socios del opus dei y otros católicos militantes se escandalizan ante la posibilidad de muerte del inocente en el aborto, pero callan y aceptan el asesinato de un niño en Barrios Altos. Sólo la culpa de ese asesinato es suficiente para condenar a Fujimori y sus proyectos por diez generaciones, al estilo del castigo del Dios del Antiguo Testamento. Lo lamentable es que lo aceptan, que son falsos los rostros de arrepentimiento que callan al ¿consecuente, ingenuo, cínico? vocero de la colusión de las fuerzas más negativas de la política peruana. Porque salvando algunos que creen en la bondad de los regalos y que caen por inocencia real, esos que asumen el rol dirigente están más que seguros que volverían a ejecutar a los rivales de su proceso, porque el fin justifica los medios. Y esos osan llamar violentistas a los activistas de derechos humanos, a los combatidores reales de dictaduras, a los que como declaración de principios tienen la declaración de derechos humanos, y los acuerdos internacionales en favor del desarrollo.
Es que es mentira que defiendan la democracia o cuiden del crecimiento del país, defienden los intereses de unos cuantos privilegiados para quienes es más fácil incrementar sus ingresos y conservar los privilegios por medio de las facilidades que les dan algunos gobernantes en vez de atenerse a las reglas del mercado y ganar el pan con el sudor de su frente.
Porque más que el miedo a estatizaciones inventadas está el miedo a la transparencia, a la honestidad, al combate a la corrupción. Porque un gobernador corruptible tiene precio, y arrastra, hasta a los más reputados académicos.
Puede ser que ganen esta vez, que no se arriesguen a que el próximo presidente no tenga precio. Pero la tendencia es irreversible, las herramientas de la democracia están cada día más en la mano del pueblo. Si sale la señora Fujimori, soportaremos, ya lo hicimos con Alan, pero no sueñen con otra elección en la que puedan usar de su poder con una segunda vuelta. Creo que lo saben, por ello también habrá transparencia en ese gobierno.
He acudido feliz al retorno a las luchas de la izquierda de viejos arrepentidos que se han dado cuenta del error, y no han vuelto con la mirada gacha sino con la frente en alto. Con la misma dignidad seguiremos.

"Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...
le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado... Emocionado.."
(César Vallejo)

Hasta la victoria final. Siempre